Si se repasan la
mayoría de las biografías de los bandoleros que surgieron en España entre los
siglos XVIII al XX, se puede comprobar como casi todos ellos procedían de
familias humildes campesinas y con seguridad analfabetas, cosa por otra parte
natural, conocido el nivel cultural que existía en los pueblos en aquella
época.
El más antiguo y precoz
del cual tengo referencia, fue mi paisano Diego Corrientes, nacido en Utrera el
20-8-1757; y el último conocido, murió tiroteado por la Guardia Civil en 1934 y
le decían de nombre Pasos Largos.
Las razones para
“echarse al monte” pudieron ser diversas, pero en la mayoría de los casos, era
consecuencia de la miseria en que se desenvolvían sus vidas, condicionadas por
el caciquismo y principalmente por el latifundismo imperante en aquellos
tiempos y aún vigente en muchos lugares, principalmente de Andalucía.
La mayoría de esos
bandoleros, fueron muertos en enfrentamientos con Guardia Civil o Escopeteros;
otros, delatados o traicionados por gente de su entorno terminaban en cárceles
y algunos indultados incluso teniendo muertes a su cargo. Indulto que no
recibió mi paisano Diego Corrientes a pesar de no haber matado a nadie en su
vida, y que fue ahorcado en la Plaza de San Francisco de Sevilla, siendo
desmembrado su cuerpo para exponerlo en cuatro caminos, y su cabeza en una
jaula a la vista de todos.
Como digo, procedían de
familias humildes, todo lo contrario al bandolerismo actual, que se fundamenta
en gente con carreras universitarias, con ingresos importantes para disfrutar
de una vida holgada. Pero claro, no se conforman con cenar en restaurantes de
cinco tenedores, vivir en urbanizaciones de lujo, exhibir coches de alta gama o
lucir ropas o joyas caras. Necesitan más.
Para ello no dudan de “echarse
al monte” de las finanzas o la política, montados en los caballos del cohecho,
apoyados en los estribos del poder, y cabalgando sentados en las sillas de
ayuntamientos, diputaciones, gobiernos o consejos de administración para
enriquecerse, mientras el pueblo llano sufre de las heridas producidas por las
espuelas de sus decisiones o manejos.
La leyenda, cuenta que
algunos bandoleros, robaban a los ricos para ayudar a los pobres. Puede que
todo eso sea solo una leyenda, pero lo que no lo es, es que estos nuevos
bandoleros hacen todo lo contrario: desvalijan al pueblo para repartirlo entre
ellos y la camarilla de sus secuaces.
No digo que para ellos
haya que instalar un patíbulo en la Plaza de San Francisco o en cualquier otro
lugar, pero sí que se aplique la ley sin distinción de clases en función del que
delinque, de nombres o raleas. Hablo de la LEY en mayúsculas; con todas las
consecuencias y para todos.
Hola amigo .
ResponderEliminarMe alegra saber de ti.
¿Por qué no?
Que instalen ese patibulo.
Un abrazo.
Gracias José Luis, aunque tarde he aparecido. No me gustan los patíbulos, aunque hay gente que pueda merecerlo.
EliminarUn abrazo.
Pedro: magnífico el texto que nos traes en estos días en que n se habla nada más qiue de política, de promesas electorales y de mítines. Amén de las procesiones de S Santa. Las leyendas nos relatan que algunos bandoleros repartían con los más necesitados parte del botín sustraído….y aunque no se aplicara el refrán “a quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón” pues casi todos morían a manos de la justicia o de la G. Civil.
ResponderEliminarHoy hay bandoleros disfrazados de políticos, banqueros y demás chusma….que hacen y deshacen a su antojo sin que la ley caiga sobre ellos….¿por qué no se mide con el mismo rasero a todos los que no hacen bien las cosas? ¿Porqué hay distinción?. Espero que estés disfrutando de estos días de fiesta. Y ate añoraba Un beso
Hola Águeda. Cuando hablo de la ley con mayúsculas, quiero decir que no se compare al que roba por necesidad o incluso por su adicción a las drogas, con señores que viven extraordinariamente y que no necesitan hacerlo. Si a quien roba por valor de dos mil euros le ponen condenas que llegan a 5 años, ¿a cuanto habría que condenar a quien "distrae" millones de euros?
EliminarUn beso.
Excelente artículo.
ResponderEliminarSaludos
Gracias amigo Mark. Un saludo.
EliminarLas leyes están tan retorcidas que así las aplicasen de acuerdo al derecho siempre existirá la posibilidad que un abogado experimentado y marrullero apele a tecnicismos o vacíos de la ley o apabulle a un abogado mediocre contrario y algún truhán de dinero salga libre de polvo y paja. El problema es que la ley la administran los abogados y estos lucran con ella así como los secretarios de juzgado, vocales, fiscales y jueces. Si desapareciera la delincuencia común y/o de cuello y corbata estos profesionales del derecho se morirían de hambre, por eso es que las leyes son tan enrevesadas: para alargar los juicios y para aprovechar su telaraña. Por eso debe existir una guillotina para empezar cortando las cabezas de los abogados y funcionarios judiciales delincuentes. Luego se debe juzgar por traición a la patria a todo funcionario del estado que delinca en funciones y fusilarlo, asimismo los violadores de niñ@s deben ser ejecutados después de un juicio sumarísimo en la hoguera de la plaza principal de la ciudad. Los traficantes de drogas deben ser sometidos a tortura previa para arrancarles los nombres de las autoridades que los apañan y después ser ahogados en un cilindro así como ellos ahogan a la humanidad; los ladrones, estafadores y demás basura humana si es que no han causado muertes -en cuyo caso serán ahorcados- serán transferidos a un cuartel especializado donde se encargarán de hacerlos trabajar con remuneración en beneficio de la sociedad mientras dure su pena y así se reintegren verdaderamente a la sociedad y no como nos quieren hacer creer las autoridades hijos de su mamá.
ResponderEliminarSi dicen que la pena de muerte no es disuasiva no interesa, la cosa es que hay una alimaña menos. Si dicen que nos ponemos al mismo nivel que los delincuentes no interesa, la cosa es que les damos a probar de su misma medicina. Si dicen que la pena de muerte es simplemente por venganza no interesa, la cosa es que cobramos las deudas materiales o de vidas a los infractores... total: Guerra avisada no mata gente.
Saludos Pedro.
Hola Pensador. Que la leyes están torcidas y retorcidas; lo comparto contigo. Que mucha gente vive de eso: también.
EliminarLo que no comparto lo de la pena de muerte, Pero respeto tu parecer sobre el tema. ¡Faltaría más! Hay millones de personas en el mundo que piensan como tú, y otros millones que piensan como yo. Pensar siempre es bueno.
Saludos.
Si, hay quien los llama casta, pero a mi me gusta mas mafia. Nada que ver con aquellos bandoleros que lo eran por hambre y sed de justicia. Estos roban para tener mas y por creerse con derecho a todo y a costa de todos. Adoran al dinero por encima de todos, y ni siquiera es verdad que quieran salir de la situación en que se encuentran que es precisamente a la que han querido llegar. La estafa está controlada
ResponderEliminarHola Carlos. Suena a broma que que se le llame mafía a quien trae 20 emigrantes y no a quienes con la ayuda de gobiernos, ayuntamientos, constructores, bancos y demás no. ¿O la Gurtel no era o es una mafia?
EliminarUn saludo.
¡Vaya! Leí este post el día que lo publicastes y pensaba que había hecho un comentario. Es cierto que muchos de los bandoleros tradicionales solían ser humildes y perseguidos por la justicia, muchas veces por problemas políticos, religiosos; otras por haberse cometido con ellos o sus familias grandes injusticias. Las leyendas siempre llevan algo de verdad. A ver que pasa con estos de ahora, a ver si la ley cae sobre ellos como merecen. Un beso.
ResponderEliminarHola Mercedes. Como por lo visto estaban moderados, no sé si se habrá perdido tu comentario. Estos ladrones de ahora no se pueden enmarcar en la leyenda porque son pura realidad.
EliminarUn beso.